gracias por la visita

lunes, 30 de abril de 2012

Así vestían los reyes de la Reconquista


Trajes medievales procedentes del monasterio de las Huelgas
Así vestían los reyes
de la Reconquista

Saya encordada
de Fernando de la Cerda

Pellote de Enrique I

Saya encordada
de Lonor de Castilla



Almohada de Berenguela, reina de León y Castilla



Pellote de Leonor
de Castilla.


Pendón de las Navas de Tolosa
Durante tres meses, el Palacio Real ha tenido expuestas las ropas de nobles y reyes españoles cuyos cuerpos están enterrados en el monasterio de las Huelgas, en Burgos. Para los que no pudieron ir a ver las más de 40 piezas expuestas, el Catálogo elaborado para esta ocasión es una excelente recopilación de estudios monográficos que permiten conocer la forma de vestir en el medievo español

Tibialias de Rodrigo Ximénez de Rada

Una serie de coincidencias han hecho posible que durante los últimos tres meses el Palacio Real acogiera en sus salas de exposiciones temporales una representativa muestra de los tejidos medievales que se conservan en el monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, en Burgos. Las más de 40 piezas expuestas permiten obtener una visión de conjunto de la forma de vestir de los nobles durante la Edad Media. Para los que no hayan tenido oportunidad de visitar esta exposición, merece la pena hacerse con el Catálogo en el que se recoge un estudio de cada una de las obras de la muestra, así como varios monográficos sobre temas relacionados con el material expuesto.
La cuidada colección de textos del
Catálogo comienza con la presentación de la Vicepresidenta del Gobierno y del Duque de San Carlos, Presidente del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, que explica que «una exposición es la suma de muchas inquietudes al servicio de una ilusión». Los estudios monográficos son de gran interés. Don Joaquín Yarza, Comisario de la exposición, dedica su monográfico a la relación entre el monasterio y la realeza. Don José Carlos Valle analiza la construcción del monasterio de las Huelgas, del que proceden la mayor parte de las piezas de la muestra. María Jesús Gómez se centra en el Panteón Real, donde se encontraron las ricas vestiduras que han estado expuestas en el Palacio Real. Doña Francesca Español presenta un interesante informe de cómo se preparaban en la Edad Media para la muerte. El comercio de telas es el tema elegido por don Germán Navarro. Doña Amalia Descalzo analiza el conjunto de piezas elegido para la exposición; y doña Concha Herrero se centra en las colecciones textiles de Patrimonio Nacional.
Las ropas expuestas en esta muestra se han recuperado del Panteón Real de las Huelgas. En esta estancia del monasterio burgalés están enterrados varios reyes y reinas, además de sus familias. Son las vestiduras con las que se engalanaba a los muertos para prepararlos para su último viaje. De ahí que las prendas que se conservan sean V
estiduras ricas, término que daba título a la muestra recogida en el Palacio Real.
Son muchos los descubrimientos que se hacen a lo largo de las páginas de este volumen, editado con esmero y que cuenta con una extensa bibliografía, que resultará imprescindible para cualquier persona que quiera conocer más sobre el vestir en España a lo largo de la Historia. Hay datos dignos de mencionar. La exposición recoge piezas de entre el 1170 y el 1340. En aquella época, las vestiduras de los hombres y las mujeres eran prácticamente iguales, y se basaban en diversas túnicas sencillas, cortadas en forma de T, y ajustadas con cordeles o con cinturones. La única diferencia entre el hombre y la mujer es que la mujer iba vestida hasta los pies mientras que el hombre solía enseñar las piernas. Para evitar el frío, se utilizaban calzas que se enganchaban en una especie de ligueros que pendían de la cintura. Los tejidos eran variados, aunque lo más frecuente era el paño de lana. Sin embargo, ya se elaboraban otras materias y, desde Oriente, llegaba con frecuencia mercancía tejida en lana. El algodón y el lino eran también frecuentes en la España medieval. Una pieza típica de la península era la capa con una abertura para introducir el brazo izquierdo. También existía ya, en plena Edad Media, el albornoz, que era una prenda habitual entre los musulmanes, «un tejido de lana hecho con estambre muy retorcido y fuerte, a manera de cordoncillo», y con el que se confeccionaba «una capa con capucha». Y es que, aunque los ropajes que se mostraron en el Palacio Real son de reyes de la Reconquista, las influencias árabes y orientales se dejan ver claramente en el vestir del momento.
Esta exposición ha sido un éxito rotundo y será, posiblemente, la primera de muchas otras, puesto que, en España, son poco habituales las muestras de tejidos antiguos y, salvo algunas exposiciones de textiles, pocas han sido las ocasiones en las que este tipo de reliquias se han mostrado al público.
María S. Altaba

Escarpines de doña Teresa Petri.

Cofia de Fernando, infante de Castilla




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maimenes

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